Pequeñas bibliotecas libres
En 2009, un joven de Wisconsin decidió poner una cajita con libros en el patio trasero de su casa, con la intención de que los vecinos leyeran y tomaran y dejaran libros. Otros vecinos comenzaron a reproducir la idea y con el tiempo se convirtió en un movimiento denominado Pequeña Biblioteca Libre (Little Free Library). Esta iniciativa se orienta principalmente a la promoción de la lectura. Hay quienes argumentan que no se trata propiamente de bibliotecas, sino de buenas intenciones que en realidad opacan la responsabilidad de los ayuntamientos y municipios de sostener un sistema bibliotecario formal con personal calificado y presupuestos en verdadero ejercicio.
A la fecha, se calcula que hay más de 28 mil pequeñas bibliotecas libres distribuidas en un amplio número de países en el mundo. Margret Aldrich, promotora de estas bibliotecas, ha escrito un libro con las experiencias en torno al impulso de este modelo que busca acercar la lectura a la gente en los vecindarios. Con otros nombres, este intercambio de libros no parece distar mucho del cajón de libros de intercambio de un café o un hostal. Sin embargo, la acogida internacional que ha recibido la iniciativa hace voltear a ponerle atención y estar atentos a acciones ciudadanas que, con todo y todo, pueden arrojar resultados más efectivos y expeditos que los que puede arrojar la pesada maquinaria del sistema.
Con información de:
http://www.universoabierto.com/20402/%C2%BFque-es-una-pequena-biblioteca-libre-como-las-pequenas-bibliotecas-libres-estan-propiciando-grandes-cambios-en-sus-comunidades/ |