Estimados Colegas y amigos:
Servicios Bibliotecarios les desea que en estas fiestas decembrinas la pasen muy bien en compañía de todos los suyos y personas que los estiman.
Los mejores deseos para el año que viene, lleno de retos, logros y satisfacciones.
Un abrazo fraterno
Guillermo Delgado
ORCID
El registro de nombres propios (apellidos compuestos, dobles, nombres abreviados, etc.) en productos y sistemas de información académicos es distinto en diferentes culturas; estas diferencias generan una variedad de modalidades de consignación en las fuentes y, a su vez, en los resultados de búsquedas, pues puede haber búsquedas incompletas por falta de uniformidad en un término de recuperación. Para alcanzar uniformidad onomástica, la organización ORCID ( Identificación de Investigador y Colaborador Abierto ) ha diseñado un código de identificación único para autores similar al DOI que actualmente se utiliza para objetos digitales.
Este código, puesto en marcha desde 2012, según se indica en el sitio oficial, también permitiría contar con un registro detallado de las actividades académicas de los autores, no nada más de sus publicaciones, de manera que se mantendrían vinculados de manera más efectiva investigadores e investigaciones.
Universidades, instituciones y publicaciones de renombre están comenzando a utilizar el código ORCID en el registro y recuperación de información.
Más información en http://orcid.org/
Investigaciones e interacción
Las redes sociales académicas permiten exponer resultados de investigaciones, productos derivados, plantear preguntas, hipótesis e interactuar con pares de diferentes partes del mundo. Esta manera de estar en contacto con profesionales puede enriquecer las líneas de investigación y derivar en un mejor aprovechamiento de recursos, tiempo y esfuerzos.
Mendeley, por ejemplo, es un servicio en línea que ofrece una variedad de herramientas orientadas a tener trabajos académicos a la mano, leerlos, anotarlos, comentarlos, generar, administrar y consultar referencias bibliográficas, entre otras funciones, en el contexto de una red social.
La tendencia a generar redes de interacción está teniendo una fuerte presencia en instituciones académicas de primera línea y han creado ambientes de debate, crítica y reflexión. Será interesante observar cómo impacta esta exposición del trabajo académico en investigadores cuyos trabajos suelen ser muy similares entre sí.
Se puede hacer una cuenta gratuita de Mendeley en https://www.mendeley.com/
PARES
El Portal de Archivos Españoles es una fuente de información que puede resultar de interés por la estrecha vinculación histórica y económica que mantiene este país con Latinoamérica.
El Portal cuenta con diferentes puntos de acceso a una amplia variedad de recursos digitalizados total o parcialmente. El portal de Movimientos Migratorios Iberoamericanos, el del Bicentenario de las Independencias Iberoamericanas y el Archivo General de Indias, son ejemplo de las colecciones de archivos que ofrece este portal del Ministerio de Cultura de España.
En cuanto a registros visuales, Imago Hispania se presenta como una colección de mapas, vistas, planos y dibujos históricos sobre diferentes épocas y regiones del estado español.
Este sitio puede sumarse a la lista de fuentes archivísticas que pueden servir como punto de referencia por el perfil de su contenido y su pertinencia en contextos latinoamericanos.
http://pares.mcu.es/index.html
Donan biblioteca de Ernesto de la Peña.
El Centro de Estudios de Historia de México es una entidad académica privada que pertenece al amplio elenco de actividades de Carlos Slim. Recientemente este centro recibió la biblioteca personal de Ernesto De la Peña, uno de los más destacados políglotas y un acucioso estudioso de las culturas clásicas, la filología las letras y la música, fallecido en 2012. Dicha biblioteca se compone de más de 6000 volúmenes de literatura y crítica en tantas lenguas como las que hablaba el mismo De la Peña.
Durante muchos años este estudioso tuvo puestos importantes en el área de Cultura de empresas como Televisa y Telmex. Cuando estuvo en esta última, la biblioteca que tenían en la calle de Chimalistac, en la Ciudad de México (donde está ubicado el actual centro), estaba abierta al público en general y ponía al alcance de los lectores obras príncipes, piezas raras y tal vez algunos incunables; la mayoría de estos títulos, en su idioma original. Destacan las obras en sánscrito, arameo, griego, celta y otras lenguas que componían este acervo.
La biblioteca de este autor, ahora donada, cuenta con obras históricas, únicas, curiosas y muchas otras dignas del coleccionista y apasionado de la palabra hablada y escrita que era Ernesto De la Peña.
Con información de
http://www.cronica.com.mx/notas/2016/997609.html |